En esta época del año es habitual ver en los campos de nuestra comunidad, kilos y kilos de residuos leñosos procedente de podas agrícolas y renovación de plantaciones (PARP). De hecho, en España se generan anualmente más de ocho millones de toneladas de estos residuos, y solamente en Aragón más de 0,5 millones de toneladas. Todo esto convierte a nuestro país en el rincón de Europa con mayor potencial y mayores posibilidades de generar riqueza, empleo y tecnología a partir de biomasa de PARP.
Un material que cuenta con un contenido energético de alto valor, ya que las podas agrícolas anuales obtenidas de una hectárea contienen energía equivalente a entre 250 y 500 litros de gasóleo; las podas de injerto hasta 2.500 litros por hectárea; y los arranques más de 5.000 litros.
Pero, a pesar de estas cifras, este sector apenas acaba de arrancar. Por este motivo, y con el fin de desbloquear el potencial europeo de biomasa leñosa producida por la poda agrícola y la renovación de plantaciones y promover su uso sostenible como materia prima energética surgió hace un tiempo el proyecto europeo ‘uP-running’. Una iniciativa que concluirá en junio de 2019 y en la que participa el Centro de Investigación de Recursos y Consumos Energéticos (Circe), que ejerce de coordinador.
El fin de esta iniciativa, que se ha implantado en siete países de manera coordinada, pasa fundamentalmente por promover el uso de biomasa procedente de podas y arranques agrícolas. «La idea es utilizar esta madera para generar energía que pueda ser utilizada por particulares o empresas y organismos públicos, como ayuntamientos, por ejemplo» apunta Adeline Rezeau, miembro del Grupo de Combustibles y Tecnologías de la Combustión del Circe.
Uno de los principales retos de este proyecto pasa por informar y formar a los profesionales del sector agrícola de la importancia de gestionar bien sus residuos procedentes de la poda o arranque de árboles y vides y hacer extensible este mensaje a los productores de energía.
«En la actualidad existe mucho desconocimiento sobre las posibilidades que ofrece esta biomasa. Ni los agricultores, ni las autoridades públicas ni las empresas de energía son conscientes de su potencial, de ahí la importancia de este proyecto», apunta.
Una iniciativa que también busca crear un marco normativo más favorable para este tipo de energía, con el fin de que se logre su despegue a gran escala y que la biomasa tenga cada vez mayor presencia dentro del campo de las energías renovables (para uso eléctrico y térmico).
«uP-running no busca crear ni producir nuevas tecnologías, porque ya existen las herramientas necesarias para lograr los mejores aprovechamientos. Lo que queremos es poner en valor esta energía y, sobre todo, acortar las distancias existentes entre los agricultores que tienen la materia prima y el sector de la energía», indica Rezeau.
En este sentido, desde el Circe aseguran que, en estos momentos, el 90% de los residuos leñosos se queman en el campo, «con el consiguiente perjuicio que esto ocasiona en el medio ambiente», aclara.
Para demostrar la viabilidad de este proyecto, Circe y Asaja Huesca están asesorando a varios emprendedores agrícolas a aplicar esta tecnología en sus instalaciones, todo ello bajo el paraguas de un proyecto financiado por la Comisión Europea.
Jornada en FIMA
Dentro de esta misma línea informativa, Circe y el sindicato han organizado una jornada formativa e informativa que tendrá lugar el próximo 23 de febrero, en el marco de la celebración de FIMA 2018, y que está dirigida a asociaciones agrícolas, agricultores, empresas de servicios agrícolas, empresas de servicios energéticos, fabricantes y proveedores de maquinaria, o cualquier empresa o particular interesado en emprender o apoyar el uso de residuos agrícolas para energía.
En esta cita se presentarán los principales resultados del proyecto, y varios ponentes compartirán sus experiencias con el uso de biomasa de podas y arranques agrícolas: recogida en campo, triturado, manejo, y consumo. «Es muy importante mostrar estos resultados con el fin de informar a los agricultores de la ventaja de apostar por estas técnicas y orientar a las Administraciones de las actuaciones que se pueden llevar a cabo para potenciar el sector de la biomasa», concluye Adeline Rezeau.
Fuente: www.heraldo.com